Desde que Reichenbach y Popper, en los años 1930, propusieron distinguir los contextos de descubrimiento de los contextos de justificación en ciencia, pocos filósofos de la ciencia han reconocido que la imaginación puede tener un papel esencial en el desarrollo de las prácticas científicas reales. Sólo después de los años 1990, ha crecido el interés por establecer criterios para la investigación de la imaginación científica, basados en estudios precedentes de la psicología y de la filosofía de la mente. De entre las diferentes teorías, el ficcionalismo defiende que la imaginación en ciencia está directamente asociada a la modelización y a los experimentos mentales. En este trabajo, se defiende una posición ficcionalista basada en las teorías de Walton (1990). El objetivo es (a) señalar las características particulares de la imaginación científica; (b) presentar cómo se concreta esa capacidad en el manejo de modelos científicos. Para eso, se recurre a las propuestas formuladas por los recientes trabajos acerca del ficcionalismo y se buscan ejemplos en la Física. La conclusión es que el make-believe es el uso de la imaginación que mejor describe la práctica con modelos, posibilitando que también se aprenda sobre fenómenos reales.

Palabras clave: Imaginación proposicional. Modelos científicos. Ficcionalismo. Make-believe.