El presente trabajo está enmarcado dentro de lo que se conoce como epistemología evolucionista, en la trayectoria de Teoría Evolucionista de la Ciencia (y diferente, en muchos aspectos, a la otra trayectoria de la epistemología evolucionista conocida como Teoría Evolucionista del Conocimiento). Karl Popper es el principal representante de esta trayectoria, en la cual se utiliza metafóricamente la teoría de la evolución darwiniana para explicar cómo el cambio o transición de teorías e hipótesis en la ciencia y el progreso científico se produce de manera análoga al cambio y evolución en las especies y organismos. La transición de teorías se debe, según este enfoque, a un proceso de selección similar, en muchos puntos, al cambio evolutivo en los seres vivos. Mientras en la naturaleza se da una eliminación selectiva en las especies, en la ciencia se origina un proceso similar pero a nivel de teorías, de hipótesis. Las teorías compiten a muerte por la supervivencia. La tesis principal de la epistemología evolucionista así entendida es que la ciencia progresa de manera análoga a como lo hace el mundo orgánico: por un proceso darwiniano.