Algunas de las consideraciones de la etapa madura de Wittgenstein con respecto a la gramática de ciertos verbos psicológicos han permitido hacer una interpretación expresivista de su diagnóstico acerca de la auto-atribución de estados mentales. Sin embargo, autores como Blower (2010) y Macarthur (2010) han defendido que el tratamiento wittgensteiniano con respecto a los términos “verdad” y “describir” parece incompatible con los requisitos más básicos del expresivismo: según Wittgenstein toda oración puede ser verdadera o falsa y puede funcionar en ocasiones como una descripción (en virtud de la diversidad funcional del lenguaje); según el expresivismo las auto-atribuciones de estados mentales no son descriptivas y no tienen valor de verdad. La tesis que defendemos en este trabajo es que las observaciones de Wittgenstein con respecto a la verdad y a las descripciones pueden convivir con el análisis expresivista. Para ello trataremos de contribuir a la disputa en dos sentidos bien diferenciados. Por un lado mantendremos que las objeciones de Blower y Macarthur pueden evitarse: argumentaremos que el requisito de que las oraciones no-descriptivas no sean ni verdaderas ni falsas no es esencial a una posición expresivista, y que en la obra wittgensteiniana hay una noción particular de “describir” constante a lo largo de su pensamiento que permite discutir si para Wittgenstein las auto-atribuciones de estados mentales son descripciones en este sentido. Por otro lado exploraremos la naturaleza de los distintos tipos de auto-atribuciones de estados mentales en relación a esta noción particular wittgensteiniana de “describir”, y ofreceremos razones que apunten en la dirección de que para Wittgenstein estos fenónemnos en general no son descripciones. Si se clarifican estos dos puntos, defenderemos, la posición de Wittgenstein será compatible con el expresivismo.