En este trabajo se defiende la hipótesis de que cierto tipo de diálogo deliberativo puede contribuir a un proceso depolarizador ideológico y afectivo. En los primeros apartados se ofrece una fundamentación teórica de la propuesta que se discute en el ensayo, expuesta en el apartado cuarto; se propone cierto tipo de diálogo deliberativo con unas características concretas que se justifican a partir de las evidencias encontradas en estudios precedentes en torno a procesos polarizadores. Después se expone pormenorizadamente el experimento llevado a cabo con 76 personas, con los resultados y un análisis de los mismos. Se ha concluído que se observan en algunos casos ciertos procesos depolarizadores, aunque en otros no se pueden sacar conclusiones determinantes. En el mismo apartado se han explicitado algunas limitaciones del estudio y se insta a que continúen las investigaciones en este sentido, pues los resultados recabados son esperanzadores para poder hablar de una deliberación depolarizadora, en contra de algunas evidencias de estudios anteriores así como la propuesta de autores como Robert Talisse, que proponen una reducción de las deliberaciones públicas en torno a cuestiones políticas como salida a la polarización de grupos.