El problema Frege-Geach se ha planteado como la objeción principal a la tesis del expresivismo clásico. El expresivismo clásico o prescriptivismo caracteriza el significado de los términos éticos mediante actitudes no cognitivas, es decir, actitudes que no expresan un contenido proposicional. Sin embargo, estas actitudes no cognitivas pueden encontrarse insertas como argumentos en expresiones que son funciones de proposiciones, por ejemplo, el condicional. Este ha sido el modo tradicional en el que se ha interpretado el problema Frege-Geach. No obstante, cabe preguntarse si existe un problema histórico que se corresponda con esta interpretación. En la obra de Ayer, Language, Truth and Logic, se encuentran dos ideas que son incompatibles. Por un lado, Ayer mantiene que el significado de las expresiones que involucran términos éticos es equivalente a la expresión de actitudes conativas, como “¡Oh, robar!”. Por otro lado, sostiene que el significado de los términos éticos no modifica el contenido factual de la proposición. La primera idea, sostenida por el expresivismo clásico, choca con las intuiciones generadas por la cuestión del problema Frege-Geach. La segunda idea supone rechazar el problema Frege-Geach, en su interpretación clásica, como una dificultad para este tipo de propuestas. La tesis que se va a defender es que la interpretación clásica del problema Frege-Geach es insuficiente. Bajo la interpretación de la segunda idea, el problema Frege-Geach, en su interpretación clásica, no afecta a la tesis del expresivismo clásico. Sin embargo, desde la interpretación histórica del problema Frege-Geach, el expresivismo presenta un problema al confundir fuerza y contenido.