El presente trabajo constituye una reflexión en torno a una de las problemáticas más relevantes y controvertidas para la filosofía de las emociones en la actualidad, a saber, la cuestión de qué son las emociones y de qué manera podemos abordar su estudio. Buscando una alternativa a la concepción clásica de las emociones entendidas como géneros naturales, nos basamos en las ideas de Peter Goldie en torno a la emoción y a su estudio de la personalidad para elaborar una concepción de las emociones como disposiciones mentales que nos ayudan a desenvolvernos en el mundo atendiendo a la percepción que tenemos de los episodios que vivimos y al significado que les atribuimos. Nuestra misión consiste en evaluar de qué manera podemos acceder a la experiencia emocional de un individuo a fin de comprender, del modo más aproximado y apropiado posible, en qué consiste dicha experiencia, cómo la está viviendo el individuo en cuestión y qué consecuencias surgen de ella. La conclusión principal que se deriva de nuestras lecturas y análisis es que las narrativas individuales constituyen el punto de partida de la investigación de la experiencia emocional. Esta idea estará estrechamente ligada a la importancia que la personalidad y el carácter de un individuo tiene en relación a sus narrativas y a sus experiencias emocionales. De la investigación llevada a cabo a través del presente trabajo se desprende, además, la idea de que entre la personalidad y las experiencias emocionales de un individuo, por una parte, y entre su personalidad y sus narrativas, por otra, existe una relación de dependencia recíproca. Ello se traduce en la necesidad de incluir los rasgos de personalidad y carácter de un individuo y la manera en que se representa los eventos de su vida, así como el conjunto de elementos contextuales que intervienen tanto en la constitución de su personalidad y su narrativa, en nuestro estudio de la emoción