Resumen: Este trabajo ofrece una serie de criterios que permiten restringir la adscripción de intenciones a grupos sociales. Partiendo de una evaluación crítica de los trabajos sobre la intencionalidad colectiva publicados por Raimo Tuomela y Kaarlo Miller, John Searle, Michael E. Bratman y Margaret Gilbert, el propósito de este trabajo es el de extender esta teoría acerca de la intencionalidad colectiva a contextos institucionales en los que aparecen asimetrías de poder y estructuras jerárquicas. Para llevar a cabo dicha extensión teórica se toma la postura interrelacionista de Bratman como la más útil para la explicación social. Como resultado de ello, se llega a una caracterización de la intencionalidad colectiva en grandes grupos que favorece las explicaciones sociales de tipo bottom-up—es decir, aquellas que parten del nivel individual—, si bien se reconoce la legitimidad de las explicaciones holistas en determinados casos y se aboga, por tanto, por un holismo metodológico débil. Esta caracterización, en definitiva, supone una serie de condiciones de adscripción de intenciones colectivas a grupos sociales útil para el adecuado uso cotidiano del lenguaje político y relevante para la explicación social. 

Abstract: This paper offer some criteria to restrict the adscription of intentions to social groups. Starting with a critical evaluation of previous works on the topic of collective intentionality by Raimo Tuomela and Kaarlo Miller, John Searle, Michael Bratman and Margaret Gilbert, this paper aims to extend the collective intentionality theory to insitutional contexts, where power asymmetries and hierarchical strucures appear. In doing so, the interrelationist posture defended by Bratman will be regarded as the most appropiate account on collective intentionality to be used for social explanation. As a result of this choice, it is defended an account of collective intentionality in large groups that favors bottom-up kind of explanations—i.e. those explanations that goes from the individual to the society level. Despite this, the legitimacy of holist explanations is recognized for certain cases and, therefore, weak methodological holism is advocated for. Definitely, this account of collective intentionality brings with itself a serie of requirements of intention´s secondment to large social groups useful for an adequate daily use of political vocabulary and relevant to social explanation debates.